El sol todavía no llegaba al aparcamiento del hotel de Xorret de Catí cuando llegamos al punto de inicio de la ruta.
Nos sorprendió encontrar un almendro totalmente florido entre aquellas sierras.
La fotografía no llega a ilustrar la profundidad de las vistas que disfrutamos por el camino.
Ya sentados dando cuenta del abundante almuerzo que nos prepararon en Rabosa, un lugar encatador que es punto de encuentro habitual de senderistas, montañeros, ciclistas, ...
Aquí tenemos a Monchi y a Pastu posando junto a Rosa, la simpática camarera que nos atendió.
A la vuelta, nuevamente pudimos disfrutar de unas vistas fantásticas, todo un lujo.
Una parada para repostar, junto a una pequeña ermita (creo que se llama Ermita La Purísima) situada junto a una vía pecuaria que cruza aquellas montañas del Maigmó.
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